domingo, 30 de junio de 2013

20:00:00

Gabinete de Crisis de Ficciones Políticas II


Acta de la reunión



Día:
2013-06-27
Hora: 19.00 (hora 16:10:00)
Lugar: Exposición 'Quién hace Europa' - Matadero Madrid
Asistentes: Luis Arenas (LA), Uriel Fogué (UF), Fernando D. Rubio (FDR), Fernando Espuelas (FE), José Vela Castillo (JVC), y el staff ministerial (Público asistente).
Público asistente: 42 personas.
Invitados: Juan Manuel Aragüés (Facultad de filosofía, Universidad de Zaragoza) y Emilio Ontiveros (Facultad de economía, Universidad Autónoma de Madrid).

Objetivo: interpretar la segunda de las instrucciones emitidas por €-Hal: "Suspender temporalmente procesos electorales para evitar distorsionar los cálculos sobre el gobierno económico de la eurozona".
Siendo las 19:15h, jueves 24 de junio de 2012, en la Sede de GCFP: Nave 16, Matadero Madrid, se abre la sesión de urgencia 02.

Ésta se inicia con la siguiente:

-Presentación de la sesión por parte de Uriel Fogué del actual gabinete, de la sesión pasada y del tema central de ésta. Las instrucciones emitidas por €-Hal son claras: se deben suspender todos los procesos electorales dentro de la eurozona para evitar la posible distorsión en el gobierno, meramente económico, de la misma.

-A continuación se procede a la presentación de los ponentes por parte de Luis Arenas.

Y al comienzo la sesión.

Comienza la intervención como experto invitado Juan Aragúés, que pasa a exponer una medida inicial que considera urgente y que se sustanciará de dos maneras. La primera alternativa consiste en la convocatoria urgente de un Consejo de Ministros del Reino de España, ampliado dado la gravedad de la situación a los miembros de todos los gabinetes pasados del mismo desde la incorporación de España a la UE y presidio por su Majestad el Rey. Esta convocatoria, a la que finalmente no podrá asistir el Rey por problemas de salud de última hora, ni tampoco ningún miembro de la Casa Real, retransmitido en directo por todos los medios, escenificará el suicido de todo el mencionado gabinete ministerial ampliado mediante la ingesta de los tratados de Maastricht y Lisboa y el posterior seccionamiento de la yugular. Tras dicho acontecimiento, se pasará a emitir un nuevo programa de Máster Chef.

La segunda alternativa impone la llamada de auxilio al discípulo díscolo del maestro Zen según la figura acuñada por el sociólogo Jesús Ibáñez (dice en el cuento el maestro Zen a su discípulo: "Si dices que este palo es real, te pegaré con él, si dices que no es real, te pegaré con él, si callas, te pegaré con él". La única opción que parece quedar al discípulo es, entonces, la de romper el palo en la cabeza al maestro, o lo que es lo mismo, rebelarse).

Tras esta primera introducción “en tono jocoso” como dice el propio Aragüés, se plantea el problema: en su opinión, esta situación de suspensión del ejercicio de la política que propone €-Hal se lleva tiempo produciendo, como demuestran los ejemplos del referéndum finalmente no celebrado en Grecia y que pretendía consultar al pueblo heleno si estaba de acuerdo con las condiciones del primer rescate impuesto al país, o el gobierno “técnico” de Mario Monti en Italia, establecido al margen de cualquier proceso democrático.

Por otra parte, los políticos actuales (por ejemplo de España, si bien esto sería generalizable a otros contextos) parecen haber perdido la capacidad de tomar decisiones, al venir éstas así impuestas desde más altas instancias (no elegidas democráticamente) y sometidas al dominio de la economía, que actúa de forma cuasi-independiente.

Una consideración final lleva a Aragüés a recordar la anticipación de Marx, expuesta en los Grundrisse, acerca del futuro dominio de las máquinas sobre los hombres, que ahora estarían a su servicio, y a exponer que, quizás, lo que ha ocurrido no es otra cosa que un golpe de estado postmoderno, en el que el poder ha sido tomado no por militares, sino por los poderes económicos directamente, sin intermediarios.
La palabra pasa, a continuación, al otro experto, D. Emilio Ontiveros quien, en primer lugar, disiente de la posición de que sean las máquinas quienes nos gobiernen, antes enunciada en relación a Marx. En su opinión, eso sería, además, solucionable. La cuestión es, más bien, que el gobierno depende de personas, con sus opciones ideológicas (en sentido, también, marxista). En definitiva, que las decisiones primeras son tomadas por personas e incluso por parlamentos. Las máquinas simplemente son programadas en función de las prioridades decididas por dichas personas, para ejecutar los modos mejores de llevar a cabo estas decisiones. En relación al contexto de crisis económica actual, especialmente en España, pone en primer lugar un claro ejemplo de decisión política: la del gobierno de EEUU de priorizar, en el estallido de la crisis en 2007, la lucha contra el desempleo (fantasma de 1929), lo que ha hecho que hasta el día de hoy sus opciones económicas tengan este primer objetivo. Que esto no haya sido así en la eurozona depende, insiste, de decisiones políticas (de economía política) tomadas por personas, en este caso por el entrono de la presidenta Merkel de Alemania.

A continuación el profesor Ontiveros expone la no necesaria correlación entre régimen democrático y crecimiento económico, pero también su no imposibilidad. Por tanto, considera que no parece necesario, en la peor hipótesis, derogar uno para obtener el otro. Si bien, también apunta el peligro de que, en efecto, se puedan conseguir crecimientos económicos en regímenes no democráticos.

Desde su punto de vista, por tanto, y en el momento actual, la decisión de la máquina tal y como se nos propone no es acertada, por lo que se puede o debe prescindir de ella. O lo que es lo mismo, la actual situación de profunda crisis económica en numerosos países de la zona euro (y de ésta en su conjunto, en recesión técnica), proviene de una inadecuada toma de prioridades, siendo todas estas determinaciones políticas. Constatado que el adelgazamiento a ultranza, hasta el punto de la anorexia, de las economías del sur no ha producido beneficio ninguno, las políticas de este perfil deben de ser cambiadas. Si no han sido buenas para el crecimiento general, la máquina, en consecuencia, parece estar mal programada.

En opinión de Ontiveros deben adoptarse políticas keynesianas de expansión y crecimiento de gasto público con el objetivo de conseguir un crecimiento del empleo, en vez de las políticas contrarias. La propuesta del experto al gabinete pasa por incorporar este tipo de decisiones como una prioridad política, y proceder así en consecuencia.
A partir de este momento, tras las intervenciones iniciales de los expertos, se abre el debate al resto del gabinete (incluido el staff ministerial en la forma del público asistente).

FDR comienza su intervención apuntando dos cuestiones: por una parte, la imposibilidad de “desenchufar la máquina”, es decir, de escapar del círculo de reapropiación económico. Por otra plantea la posibilidad de que, si realmente la economía mejorase, es decir si produjese bienestar, quizás fuese una opción a considerar prescindir de los principios democráticos.

A lo que Emilio Ontiveros sostiene que el problema es que el algoritmo de la máquina responde a un principio diseñado en una dirección equivocada, e insiste que dicho principio siempre es político (lo que no quiere decir necesariamente democrático). En su opinión, por una parte, en Europa la prioridad política es siempre la libertad (lo que se pone en cuestión por FDR, en función de diferentes encuestas en países del este de Europa y de Singapur que privilegian el buen funcionamiento económico frente a la libertad o la democracia individual). Por otra parte, quizás lo que haya que hacer sea marginar a aquel cuyos principios nos han llevado a la situación actual (en el caso europeo, a Alemania). Para Ontiveros la máquina debería programarse con los principios de creación de empleo y distribución de riqueza, y no con otros.

Interviene Juan Manuel Aragüés afirmando que, en efecto, detrás de la máquina hay una toma de decisiones políticas. Y que lo que la presente situación requiere, de manera urgente, es más política, no menos. No existe, en su opinión, algo así como “el bien común”. Si hay, empero, una mayoría y una minoría (la clase opulenta del planeta). Debe entonces gobernarse para la mayoría, y no para una minoría. Porque la máquina (en ocasiones llamada FMI) se equivoca, como pasó en su momento en Grecia.

Interviene a continuación LA que propone la hipótesis (no descabellada) de que España realice acciones al margen de los dictados europeos, como salirse del euro, y sus posibles consecuencias. Y hace una reflexión sobre la subsiguiente escasez y la necesidad de gestionarla, siendo esta siempre la finalidad de la economía. Igualmente se expone la consideración sobre la finitud de un planeta sobreexplotado por el sistema capitalista y se hace una referencia a Keynes y a una reflexión suya acerca de que en el futuro se trabajaría mucho menos, tres o cuatro horas. Dado que esto no es así, ¿se podría, por ejemplo, repartir el empleo?

Emilio Ontiveros apuntará, sin embargo, que lo importante no es gestionar el empleo que hay, sino generar nuevo empleo, e insiste que esto depende de una decisión política.

UF propone entonces dos cuestiones para tratar de reconducir el debate: por una parte, tal vez los expertos estén proporcionando formas de afrontar la situación deudoras de posiciones modernas, cuando el profesor Aragüés ha reconocido la soberanía de €HAL como una forma de “golpe de estado posmoderno”. Ante semejante situación ¿son válidos los vocabularios modernos a la hora de responder a un golpe de estado postmoderno? ¿No requerirán los contextos posmodernos más bien respuestas posmodernas y no tanto fórmulas tradicionales modernas? €HAL nos enfrenta a una situación donde es difícil reconocer en el ciudadano de la teoría política tradicional el verdadero sujeto político de la modernidad. ¿Cabe pensar en nuevos sujetos políticos? ¿Cuáles serían esas nuevas figuras? ¿Serían la masa o los consumidores dichos sujetos políicos? Tal vez el Gabinete debería centrarse en prototipar las estrategias útiles para plantear formas de interactuación con la máquina. Por ejemplo, dado que la máquina funciona con afinadísimos procedimientos estadísticos (precisamente en base a los cuales se trata de legitimar la abolición de los procesos democráticos) ¿podemos pensar en modificar la máquina a partir de la alteración de nuestros sesgos, comportamientos o pautas de consumo? Y apela a La condición postmoderna de Lyotard y sus análisis, tan vivos en el momento actual (por ejemplo en relación a cómo las máquinas van a cambiar la forma de gestionar el conocimiento). Quizás, apunta UF, el problema es que nuestra manera de gestionar los conflictos desde la razón ha entrado en quiebra, pues la razón (moderna) se manifestaba como única y objetiva y, en consecuencia, no admitía el disenso ni la discusión (que parecen, por otra parte, las bases de la política) y, por tanto, no podría admitir aquella dimensión a la que aludía el profesor Ontiveros: la libertad. ¿Cabe pensar que €HAL es la culminación de la modernidad, donde la razón, soberana, dicta siempre lo que hay que hacer (en nombre de la razón y la eficacia) excluyendo de manera irremediable tanto el concepto como la práctica de la libertad?
El debate comienza ahora una tercera fase, abierto ya al público en su globalidad. Las diferentes intervenciones se abren a nuevos enfoques, planteándose algunos temas como los siguientes:

-El problema del crecimiento infinito propuesto por el capitalismo en un marco finito (la Tierra) se apunta como el problema fundamental.

-BB hace la propuesta de distribución de empleo mediante alquiler: consideración del mismo baja el prisma de la mercancía.

-Una intervención de AE apunta la necesidad de conocer quién (y dónde) ha diseñado el software de €-Hall, la posibilidad de hackearlo, y la necesidad de introducir en la máquina software libre no propietario, que asegure su democratización.

-Se plantea también la comparación con el modelo aparentemente más equitativo del capitalismo japonés (“modelo mutual” según el interviniente) y su posible implantación.

-Lo que lleva a una intervención sobre la figura del otro y el afuera: Europa no se construye en una burbuja, sino en relación a lo que hay más allá (y más acá: el afuera está también adentro, citando a Pessoa).

-También apunta DB la necesidad de una construcción de espacios menores, más lúdicos, que puedan escapar a esta lógica económica global. A lo mejor a la máquina le gusta bailar samba… Es decir: luchar, de nuevo, con armas postmodernas, estrategias que plantean formas de disidencia “frágiles” y no tanto de confrontación directa, que pueden ser tan eficaces o más que las anteriores.

-Aragüés apunta que pensar de forma postmoderna es abolir la idea de una racionalidad absoluta y pasa por la necesidad de plantear la relación con la realidad articulada en una pluralidad de formas de lenguaje y, por tanto de racionalidades.

-Se apunta por Emilio Ontiveros que, ciertamente, los mercados tienen fallos, y que siempre es necesaria la intervención por parte del estado, es decir de la política, para su corrección. Lo que lleva a la imposible autonomía de lo económico (al menos en el marco del capitalismo).

-FDR apunta que el mundo financiero está controlado actualmente (el mercado) por máquinas (servidores, algoritmos etc.) y funciona a una velocidad no conmensurable con el tiempo de la política actual. Es decir, los mercados se han actualizado pero la política no, de modo que siempre llega tarde por así decir. Debe entonces, quizás, darse en otros lugares y con otros tiempos.

-Apunta JVC la reflexión acerca de la existencia o no de un afuera económico más allá del capitalismo global.

-Se plantea también por FE una advertencia en torno a los valores y las prioridades en la construcción de estas decisiones políticas. Los valores, como tales, siempre subjetivos, tienen una componente irracional que debe ser desterrada y es muy peligrosa.

-La discusión se centra por un momento en la cuestión de las preferencias, y en la definición de la política como “agregación de preferencias” por parte de Ontiveros.

-Aragüés entonces apunta la necesaria construcción de un “nosotros” con contenido político desde el que generar una renovación de la propio política. Este nosotros se debe construir desde abajo, desde un empoderamiento ciudadano que genere unos consensos sobre mínimos, no excluyendo la acción política tradicional, pero incluyendo una nueva dimensión política desde la ciudadanía.
UF hace una breve recapitulación del contenido del gabinete, y se cierra la sesión a las 21:10horas.

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